
Ojalá los labios probaran aquello que el cuerpo no alcanza
[a tocar:
la niebla remota que invade corredores
y compite con el frío en su carrera por alcanzar el descnaso.
El descanso que no existe.
Ojalá los labios pudieran decir lo que el cuerpo no
y compite con el frío en su carrera por alcanzar el descnaso.
El descanso que no existe.
Ojalá los labios pudieran decir lo que el cuerpo no
[entiende.
Entonces ls olas resbalarían sobre sí mismas
en una danza capaz de invocar al silencio
El silencio que no existe
porque hace tiempo le robaron el nombre
y ahora camina por el mundo sin palabra que le
en una danza capaz de invocar al silencio
El silencio que no existe
porque hace tiempo le robaron el nombre
y ahora camina por el mundo sin palabra que le
[corresponda.
La palabra que no existe.
Marialuz Albuja